La psilocibina es una sustancia alcaloide encontrada en muchas variedades de hongos silvestres alrededor del mundo, fue aislada e investigada por primera vez por el químico suizo Albert Hoffman en 1957, quien además de ser identificado por ser el primero en sintetizar a la sustancia química conocida por las siglas de LSD, sustancia que se encuentra bajo estudios similares a la psilocibina, Albert Hoffman dedicó su vida a investigar una gran variedad de plantas con propiedades medicinales que han sido usadas por tribus nativas alrededor del mundo por milenios, muchas de ellas mencionadas en su libro las Plantas de los Dioses, el cual escribe en colaboración con el botánico Richard Evans Schultes (véase apartado al final del artículo).  Albert Hoffman muere a la edad de 102 años, dejando atrás decenas de libros, investigaciones e información publicada e inédita. Es por eso que este artículo va dedicado a su trabajo y esfuerzo por intentar entender un mundo tan desconocido y complicado como el de las plantas.

Estos seres vivos del reino fungi son quizás las sustancias ritualisticas más antiguas que se conocen, ya que muchos historiadores creen que su uso chamanico y espiritual data de más de 9000 Años antes de Cristo. Alrededor del mundo tribus como los Mayas, los Aztecas en Sudamérica, los pueblos escandinavos  y tribus primitivas del norte de África, los usaban en sus ceremonias y medicina herbal. Hoy la psilocibina se investiga como tratamiento para enfermedades como la depresión, la ansiedad, TEPT (trastorno de estrés post traumático) y TOC (trastorno obsesivo compulsivo).  En el 2019 en USA, la FDA ( Food and drug administration), entidad dedicada a la administración de alimentos y sustancias para consumo humano autoriza el uso de la psilocibina de uso clínico.

Muchas personas en estos momentos, por ejemplo,  se preguntan qué pasaría si el temido Covid19 llegará para acabar con sus vidas, esta ansiedad es quizás apenas comparable a la que sienten los pacientes terminales, en silencio,  estas personas experimentan estrés constante, insomnio que generalmente los acompaña junto con su dolor hasta el final de su vida, este distrés es apenas controlable con fuertes medicaciones para muchos de ellos.

La psilocibina puede no ser una cura al cáncer o a muchas enfermedades terminales, sin embargo según un estudio desarrollado por el instituto psiquiátrico de John Hopkins en 566 sujetos que padecen cáncer y problemas de ansiedad relacionados a esta enfermedad,  demuestra que los pacientes que fueron tratados con dosis altas ( de 15 a 30 mg de psilocibina por kg de peso corporal)  administradas una vez cada 5 semanas por un lapso de 6 meses,  concluye que del 78 al 83% de los pacientes tuvieron una significativa disminución de la depresión y ansiedad. Muchos de los pacientes atribuyen la mejoría al acrecentamiento de sus prácticas espirituales, las experiencias con sus allegados y bienestar en general.  (Véase información adjunta sobre el estudio al final de esta publicación)

Otro de muchos estudios analiza el flujo sanguíneo cerebral y los niveles de oxígeno mediante resonancia magnética en 19 pacientes que padecen de depresión mayor, para analizar los cambios de un tratamiento de 5 semanas administrando psilocibina bajo supervisión médica y ayuda psicológica, este estudio provee información necesaria para evaluar los cambios más agudos en el cerebro en la  post-fase del tratamiento. Estos cambios en el cerebro exponen un nuevo hallazgo que muestra cómo el uso de la psilocibina es capaz de causar un efecto significativo, y se propone ser usado como una terapia de “reinicio”.

(véase referencias para leer el artículo completo)

A continuacion imagen de la resonancia magnetica.

El gobierno de Canadá parece no ser indiferente ante la situación, ya que el pasado 5 de Agosto Health Canada (ministerio de salud de Canadá) autorizó la petición de 4 pacientes de cáncer terminal para usar los hongos psilocíbicos, convirtiéndose en los primeros en portar esta sustancia indicada en este tratamiento de forma totalmente legal desde su prohibición en el 1974.  Dr Bruce Tobin, el médico que dirigió la petición a través de la fundación dice:

‘’Aunque ha tomado mucho tiempo, estamos realmente impresionados por la actitud de escucha a pacientes que no han sido escuchados y han adaptado las políticas para acomodarse a sus necesidades. Estamos agradecidos también con nuestros pacientes Canadienses que han decidido mostrar su lucha por la psilocibina en público, junto con nuestro honorable equipo médico que ha demostrado coraje y han defendido los derechos de sus pacientes.”

¿Y entonces cómo termina la psilocibina en la lista de sustancias controladas?

Después de años de uso ancestral, en un tiempo en el que la sanación, la alegría y la conexión con la naturaleza hacían parte de un mismo concepto, esta sustancia vuelve a tomar su auge en la década de los 50s y 60s y tiene un uso extendido por diversos grupos, generalmente practicantes del naturismo, pacifismo y estilo de vida alternativo, es por esto que más tarde  el presidente estadunidense Nixon bajo la constante presión de la pérdida de la guerra contra Vietnam y  a causa del movimiento anti guerra y las comunidades afroamericanas y latinoamericanas, acusadas de tener  un fuerte vínculo con sustancias psicodélicas, en especial la marihuana, Nixon declara la guerra contra las drogas como enemigo número uno del estado, ya que estas  estaban promoviendo un estilo de vida alternativo en el que la guerra no tenía lugar. La psilocibina entra en un  grupo de sustancias que son fuertemente castigadas y prohibidas, como muchas otras plantas, están prohibidas sin un estudio claro contra sus efectos adversos o positivos  y sin ningún respeto a el uso ritualístico en cultos y ceremonias nativas de muchas regiones. Es así como sin derecho a apelar, Teonanacatl, como lo llamaban los Aztecas, queda prohibido, La psilocibina se encontraba siendo investigada por muchos científicos, médicos y entusiastas de la época al igual que el LSD o Dietilamida de ácido lisérgico,  como un tratamiento para la depresión y ansiedad en los 60s. Todos los anteriormente mencionados  se ven obligados a parar todo tipo de estudios y usos medicinales, psiquiátricos y ceremoniales que se estaban desarrollando en la época; por orden del gobierno federal de EE.UU  y en la mayoría de países  a nivel mundial, además de extender una fuerte propaganda política internacionalmente para crear miedo y aversión hacia estos elementos del mundo natural.

Contemporáneamente la farmacia desarrolla una gama amplia de antidepresivos y antipsicóticos de origen químico, conocidos como benzodiazepinas, el litio y la clorpromazina, entre muchos otros, actualmente usados, los cuales son creados y patentados y entran a reemplazar a conocidos  pero quizás no muy efectivos tratamientos como la lobotomía y los electrochoques, los cuales eran los únicos tratamientos posibles para personas con enfermedades mentales, sin embargo estos medicamentos suelen ser altamente adictivos y su suspensión puede causar la agudización de los síntomas pre-existentes o incluso tendencias suicidas.

En 1969 la OMS pide en la convención de Viena que la comercialización y porte de la psilocibina, el LSD, la mescalina, Marihuana, entre otras sustancias de origen natural entren a ser reguladas y penalizadas a nivel mundial junto con la heroina, la cocaina y las anfetaminas.  Es así como la posesión de muchas plantas se vuelve un delito a nivel internacional, en muchos paises comparado o de la misma gravedad que un asesinato e incluso penalizado hasta el dia de hoy con la muerte. Hoy día la OMS se retracta y ha sacado la marihuana de esta lista de sustancias nocivas e incluso ha promovido el uso medicinal del cannabis para tratar una cantidad de patologías.

¿Fue entonces la convención de Viena en los 60s lo suficientemente sustentada en conocimiento científico ?

¿Qué tan segura es la psilocibina?

La psilocibina sigue siendo una sustancia desconocida, de alta potencia y que debe ser manejada en ambientes controlados, la psilocibina posee una baja toxicidad por lo que sería necesario consumir una cantidad exorbitante para llegar a una sobredosis.  En la literatura científica y psiconáutica se encuentra poco o casi nada de información sobre casos de intoxicación por dicha sustancia, aunque la psilocibina no cuenta con efectos secundarios significativos o una sobredosis viable en un contexto controlado, si cuenta con algunos efectos adversos transitorios como lo son las náuseas, mareo y alteraciones visuales que impiden desarrollar actividades del dia a dia. Sin embargo la mayor contraindicación es que no debe ser consumida por personas que tengan tendencias psicóticas, aunque esto hoy es cuestionado y entra a ser una contradicción dado los estudios que se encuentran en proceso con diversas enfermedades mentales.

Estos efectos son fácilmente controlados mediante lo que se conoce como “setting” una palabra en inglés que hace referencia a el ambiente y personas que acompañen esta experiencia y el “set” que haría referencia al estado anímico y de preparación física y mental de la persona que la consuma. Es totalmente cierto que la psilocibina hace parte de un grupo de sustancias conocidas como alucinógenos, sin embargo hay que entender que no hay realmente una alucinación visual o auditiva de cosas o personas inexistentes, por lo que la experiencia con psilocibina generalmente se describe como una vivencia trascendental, espiritual y con un efecto de bienestar general a largo plazo, sus efectos psicológicos se caracterizan por ligeros cambios en el color, cambios en la luz, el sonido, percepción más viva de las sensaciones y formas fractales en la naturaleza.

Estos efectos negativos se combaten fácilmente  mediante la ayuda de una persona especializada en esta sustancia,es por esto que ya se empieza a usar en algunas clínicas enfocadas en este tipo de tratamientos alrededor el mundo, ya que una sola dosis de la psilocibina podría curar la depresión hasta por cuatro meses. Según una gran cantidad de estudios anteriormente mencionados, a diferencia de los antidepresivos convencionales,  los cuales usualmente requieren ser tomados de manera constante y producen una respuesta negativa a nivel cerebral si se suspende su uso súbitamente, además de provocar efectos negativos como ansiedad, tendencias suicidas e incluso daños a largo plazo como pérdida del cabello, insomnio o daños al riñón dado que su uso conlleva, en muchos casos,  a un cóctel de medicaciones de uso diario.

Poco a poco las regulaciones para el uso de los hongos psilocíbicos se adaptan y cambian, en países como Holanda y ciudades como Denver Colorado, en los cuales su uso se ha extendido y despenalizado e incluso presentan ya productos comercializados,  es el caso también de Vancouver, Canadá, ciudad en la cual muchos dispensarios online operan en una regulación gris, anteriormente han habido mociones para darles de baja, pero dada evidencia del uso medicinal de estos hongos y de su falta de potencial adictivo, estas mociones han fallado,  con una mayoría de miembros de la comunidad política en contra de la criminalización de los mismos.  Incluso la policía de Vancouver ha declarado que no invertiría recursos en perseguir un negocio que no atenta contra la salud de los ciudadanos. Esta misma ciudad, es la base de una asociación conocida como MAPS, la cual dirigida por el psiquiatra Mark Haden, el cual también ejerce como profesor de la prestigiosa universidad de British Columbia, la asociación se dedica a los estudios científicos de uso clínico de diversas sustancias psicodélicas como lo son la mescalina, el MDMA, ayahuasca, LSD y Salvinorina A, entre otras. Esta asociació considera que debe haber un cambio regulatorio como parte de lo que ellos llaman “El renacimiento psicodélico”.

En muchos otros lugares como Toronto, Canadá y Los Ángeles, California, ya se abren las primeras clínicas especializadas en tratamientos con psilocibina. Este eslabón de la medicina natural regresa desde el pasado a adaptarse a nuestro mundo moderno,  a mostrarnos que el mundo natural es aún más desconocido y misterioso de lo que creemos y que quizás antes de pensar en llegar a la superficie de Marte, podríamos intentar viajar hacia el interior de estas moléculas para entender un poco más a este mundo verde que nos rodea.

Referencias: 

Estudio sobre 566 pacientes Desarrollado por  el instituto John Hopkins, publicado en NCBI:

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5367557/

Estudio sobre cambios en el cerebro después del uso de la psilocibina publicado en PSR: 

https://psychedelicreview.com/new-psilocybin-microdosing-data-how-much-is-too-much/

Link de la asociación MAPS ubicada en Vancouver, BC, Canada: 

https://mapscanada.org/