Para  escribir este articulo , considero a manera de reconocimiento, comenzar dándole gracias al Cielo por  la vida en un país hermoso , donde todos sabemos las ventajas comparativas y competitivas que podríamos llegar a tener en relación con otras regiones, en cuanto al cultivo del cannabis. En Anutea nos consideramos bendecidos de  tener el privilegio de trabajar con una preciosa planta ancestral llena de  propiedades sanadoras, regalo del universo, donde el hombre  es el  único culpable y responsable de las consecuencias de violencia que se ha generado en torno a ella.  

Hablar del cannabis en sus diversas formas: Sativa , Indica , Ruderalis  o como según los últimos estudios la han enmarcado : hojas anchas, delgadas y  ruderalis, es hablar de una  PLANTA , un ser VIVO,  que inteligentemente se ha esparcido por todo el mundo. Recientemente leía en una revista una frase que me hizo  reflexionar sobre esto: “El hombre es utilizado por las plantas para esparcir su semilla por el mundo”. En ningún momento es el hombre el autor intelectual. Lo anterior es solo una pequeña muestra de la fuerza vital del mundo verde para  que nos vamos ubicando en el contexto de quien utiliza a quien.

En Colombia, ya hace cuatro años que tenemos un marco normativo, dentro del decreto 613 del 2017 del ministerio de justicia y del derecho, “ Por el cual se reglamenta la Ley 1787 de 2016 y  se subroga el Título 11 de la Parte 8 del Libro 2 del Decreto 780 de 2016, en relación con el acceso seguro e informado al uso médico y científico del cannabis”.  

Cuando nos detenemos un momento y pensamos en todo el proceso que nos ha llevado este conocimiento y el AGUANTE en un negocio que aun es incierto dada la falta de voluntad política de nuestros gobernantes y la lentitud de soltar  con responsabilidad,  a los empresarios que juiciosamente estamos haciendo la tarea, no podemos darnos el lujo en un país  como el nuestro de tomar decisiones trascendentales como esta y no darles continuidad. 

Hemos tenido que enfrentarnos durante estos cuatro años desde que se  establece el decreto , a una no continuidad en el manejo del área encargada con respecto a la implementación del proyecto del cannabis en Colombia. Durante este periodo han pasado no menos de tres subdirectores diferentes, todos quizás con el ánimo de poner su granito de arena más que para  la ejecución, para la prorrogación y la  Ley del aguante. Siendo lógicos y consecuentes con el sector,  carece de todo sentido comercial que  a la fecha se hayan expedido y sigamos en ello mas de 1.000 licencias de cultivo en sus diferentes modalidades y que actualmente no haya mercado para  todos estos emprendedores,  por la forma en que el gobierno está regulando. Eso si, países hermanos como Ecuador,  Perú y México han tomado nuestros aprendizajes y, como pasa casi siempre en Colombia,  jugamos muy  bien pero igual al final no salimos vencedores.

Existe una frase celebre, un país debe conocer su historia para no repetirla, bueno de esto se trata, si hace 30 años hubiéramos escuchado a nuestros productores cafeteros y como gremio se les hubiera apoyado, hoy no estaríamos tomando nuestro propio café importado y empacado desde Suiza.  Eso es hablar de realidades, es hablar de un sin sentido,  como pasa con las declaraciones de renta que se  están presentando por el año 2020, con pago CERO.

Sencillamente porque no hubo ventas, sencillamente porque los topes no dieron para pagar impuestos, sencillamente porque en la LEY  DE AGUANTE  no se  generó empleo, tributación y mucho menos bienestar en todos los sentidos, cuando podríamos estar generando impuestos sin precedentes, al ser el cannabis un producto de exportación. pero no, en cambio a todo esto hemos creado la LEY DE AGUANTE , que no es más que decirle a un empresario, empleado, trabajador ….. Aguante! Aguante !

Es fácil hablar desde la posición política,  quizás esperar, tener la seguridad de que los sueldos seguirán llegando con la misma facilidad, pero por favor, no olvidemos que en el dinamismo de la economía debe  existir una circulación de todos los agentes para que  sea viable, no solo con   pan, vino y circo se controla un imperio. Este método empleado por los romanos en sus años de expansión, en nuestro momento actual esta fuera de lugar, porque solo queda un reflejo y de las tres cosas solo nos queda el circo y el espectáculo esta llegando a su fin .

El poder del pueblo esta en la democracia, en la palabra emitida de forma sentida, las palabras deben salir del corazón , interiorizarlas en el espíritu y sanarlas en la acción.

Bueno ahora si, ante la pregunta del estallido de la burbuja del cannabis medicinal en Colombia, puedo compartir la siguiente experiencia:

Si bien es cierto que  ha sido un camino difícil, también creo que ha sido un camino de triunfos, de aprendizajes, de conocer personas maravillosas, de sincronizarnos con el mundo medicinal del reino vegetal, de entender que cuando todo se torne  mas difícil, la luz, esa luz que siempre hablamos cuando estamos a  punto de no continuar , aparece.  Por ello hoy mas que nunca tengo la firmeza que después de este tamizaje estamos quedando los que debemos quedar , estamos hablando los que queremos compartir. Creo en el cannabis medicinal como planta  sanadora, que puede ayudar en el tratamiento de pacientes con dolor crónico, entre muchas otras dolencias, las cuales están  soportadas en evidencia científica.

Este año será maravilloso porque debemos tomar la bandera del cambio en la política de drogas a nivel mundial, comandada por el mismo Estados Unidos bajo su proyecto de ley MORE, con el cual pretenden despenalizar el cannabis a nivel federal. Y hablo de la planta como tal , porque es medicinal en todas sus FORMAS de expresión y de consumo.Este año será hermoso, porque muchos personajes que antes estaban en contra de la industria, a finales de año verán una alternativa política en sus campañas, porque de algo si estamos  seguros, y es que por encima de cualquier expectativa…. El Cannabis seguirá utilizando al hombre, en su expansión por el mundo.

Muchas gracias por tomarse un espacio y leer esta forma de compartir una experiencia.