Todo en la tierra tiene un propósito, cada planta puede curar una enfermedad, cada persona tiene una misión que cumplir. (Proverbio Indio)

Este proverbio indio es un llamado antiguo a la conexión del hombre con la naturaleza. Sus sabios proverbios cargados de sabiduría, siempre   hacen alusión a la sanación que podemos obtener de ella. Es por eso que siempre se refieren al planeta como la madre tierra que nos sana, que nos alimenta, que nos enseña y que nosotros como sus hijos, debemos cuidar y agradecer. 

Nuestros ancestros parten de un sentido para todo lo que existe, eso incluye sus nombres, las  plantas , los animales, los minerales, la lluvia y hasta el aire que respiramos. Incluso su música y sus instrumentos están cargados de sentido, desprenden sonidos de la naturaleza misma y con ella la veneran, se sanan y  conectan con el Gran Espíritu. 

Ellos  no necesitaron de religiones para ser mejores, precisamente porque su filosofía de vida siempre está orientada hacía la paz y el respeto por la naturaleza. Para ellos, cada ser viviente e inanimado tiene un sentido en el planeta, porque todo está debidamente conectado por una Fuerza Superior que lo controla todo para que funcione de forma equilibrada. 

Pienso que de alguna manera, con esta gran visión se nos adelantaron siglos en sabiduría y aunque fueron injustamente desterrados y exterminados, sus enseñanzas ancestrales permanecieron en el tiempo para todos aquellos que hoy quieran entender.

Es urgente replantarnos las enseñanzas ancestrales de todas aquellas culturas que si tuvieron claro la importancia de conectar con la naturaleza para sanar el cuerpo y el alma.

Para recuperar valores y conexiones que hemos perdido, que son necesarios para empezar a sanarnos a nosotros mismos y al propio planeta, al que tanto daño hemos hecho con nuestra inconciencia. 

Para no avergonzarnos de que han tenido que pasar siglos para darnos cuenta de que nuestros ancestros merecen nuestro respeto y admiración. Y que si no les escuchamos, estaremos destinados a  sumergirnos en una sociedad meramente tecnológica que sin un sentido y un respeto por el otro, sólo puede conducirle irremediablemente a la decadencia, la destrucción y la enfermedad. 

Tal como ellos lo sentenciaron…

Es así como Anutea hoy, a través de su blog, ha querido  rendir un homenaje a nuestros orígenes, a todas aquellas culturas que con su gran sabiduria,  nos inspiran hoy para disfrutar y reconectar con la madre tierra. Es esa una forma de despertar y transformar  nuestra conciencia. 

Precisamente eso pretende Anutea, despertar la conciencia de que todos somos UNO con la naturaleza y con cada una de sus criaturas y que como seres racionales supuestamente inteligentes, tenemos la responsabilidad y el deber de cuidar de este  hermoso planeta que es nuestro hogar. 

Y yo me pregunto: 

¿Podemos pensar entonces que vamos por la senda correcta, que somos un mundo moderno, que somos mejores y más avanzados que aquellas culturas ancestrales?. 

¿Sólo porque contamos con tecnología y grandes ciudades e industrias? 

Considero que ese es el gran desafío al que hoy nos enfrentamos, porque a pesar de que numerosos sabios han insistido en que debemos despertar, seguimos enfrascados en modelos egoístas, estrictamente racionales que nos tienen al borde del colapso. 

Nos sentimos muy modernos, pero lo cierto es que cada vez hay más contaminación, hambre y guerras. Cada vez estamos más estresados y consumimos más medicación. Nos hemos olvidado de ese gran legado ancestral que nos invita a transformar nuestra conciencia para transformar el mundo.

La naturaleza no es un mero concepto abstracto, debemos entender al igual que quienes nos precedieron, que la tierra en todo su conjunto, es un ser vivo con su propia conciencia e inteligencia.

Cuando comprendemos eso, la conexión con ella es automática, sentimos la necesidad de admirarla, de protegerla  y  recargarnos con su energía. Porque por fin entendemos que nos cuida, nos alimenta y nos sana.

Cada planta, cada árbol, cada fruta y cada flor están diseñados de tal forma que cada uno de sus componentes nos permiten sanar el cuerpo, la mente y el espíritu. Y lo mejor de todo es que lo da todo generosamente, sin pedir nada a cambio, de manera equilibrada y armónica. 

Hasta eso nos enseña…
 

La naturaleza es generosa, ella tiene su propia voz…Nuestros ancestros lo sabían y por eso lo enseñaban de generación en generación. Pero no hemos querido escucharla porque estamos dormidos.

Debemos despertar para transformarnos y buscar nuevas formas de relacionarnos con la tierra. De eso se trata  despertar la conciencia, de conectar con la sabiduría, con el equilibrio físico y mental que la naturaleza nos brinda para empezar a sanar. Esa es nuestra misión, ese es nuestro compromiso. 

De lo contrario, veremos amenazada nuestra salud y nuestra supervivencia. 

Así que bienvenidos a nuestro blog, ¡los invito hoy a que escuchemos a nuestros ancestros !