"Todos somos flores en el jardín del Gran Espíritu. Compartimos una raíz común, y la raíz es la Madre Tierra. El jardín es hermoso, porque tiene diferentes colores en ella, y los colores representan las diferentes tradiciones y culturas" (Abuelo David Monongye , del pueblo Hopi)

Para los que leyeron mi post anterior “Escuchando nuestros ancestros” , les resultará familiar el tema del que hablaré a continuación y para quienes no lo leyeron les recomendaría que lo hicieran, puesto que ambos artículos están relacionados.

He querido hablar de las medicinas ancestrales de ayer como una forma de reconocimiento a su sabiduría, pienso que con todo y nuestros avances académicos y tecnológicos en el sector salud, aún no logramos curar muchas enfermedades que hoy nos afectan.

Siento que algo se nos escapa…

Y es que cuando indagas en el tema, te das cuenta que la sanación en todas las culturas es tan antigua como la humanidad misma. Lástima que cuando se habla de medicinas ancestrales tendemos a subestimarlas o a desprestigiarlas por considerarlas empíricas y obsoletas. Esto me ha hecho recordar la actitud de muchos de mis compañeros en la facultad, cuando al escuchar “ la historia de la medicina”, buscaban la manera de escabullirse de una asignatura que muchos consideraban aburrida, mientras que otros la asumían como un requisito más dentro del pensum. Imagino que muchos de los que están leyendo en este momento, ya se sienten identificados con lo que he dicho.

En cuanto a mi, lo que mas recuerdo de aquella asignatura es el concepto de las medicinas ancestrales como carentes de rigurosidad científica, basadas en conceptos mágicos-religiosos donde la enfermedad era ocasionada directamente por un castigo divino o por espíritus malignos o por  seres humanos poseídos por dichos espíritus.

También se enfatizaba que nuestros antepasados ​​en su intento de sanarse creyeron que estaban haciendo lo mejor, pero que ahora bien sabíamos que cayeron en una serie de  prejuicios y que trabajaron con herramientas rudimentarias. Ante ese planteamiento y expuesto de esa manera -les soy sincera- mi conclusión inmediata era que nuestros antepasados ​​comparados con nosotros y al carecer de la rigurosidad científica de nuestra medicina actual, eran más retrasados ​​a la hora de abordar la enfermedad. Y que por lo tanto no habia mucho que aprender de estas culturas “primitivas”.

Esta fue la visión que me quedo de la medicina ancestral en aquella asignatura donde  muy rápidamente se pasaba a la real historia de la medicina que comenzaba con Hipócrates.

Es aquí justamente donde empieza mi  inquietud…

No sé si a algunos les ha pasado que cuando se nos da a conocer la  historia de la medicina, se destaca el hecho de que la medicina como la conocemos actualmente comienza realmente con Hipócrates, el primer gran médico que vivió en la antigua Grecia al que se considera hoy el fundador de la medicina. Sabemos que sus aportes fueron significativos en este campo al revolucionar los conocimientos de su época y proponer un enfoque más racional de la enfermedad mediante un ejerció médico basado en la práctica y la observación. 

Tengo que confesar que se me hace muy difícil hoy aceptar tal afirmación. Porque si nos paramos a pensar, según esto, podemos fácilmente deducir que la medicina comienza con Hipócrates y que antes no hubo medicina como tal…

Ante esta inquietud, he querido hablar de las medicinas ancestrales de ayer como un tema que deberíamos actualizar en la medicina moderna de hoy. Lo siento por los que no gustan de la historia, pero es necesario retroceder en el tiempo porque no todo lo ancestral es primitivo ni está desprovisto de valor, pienso que allí también hubo un conocimiento interesante por descubrir.

Es por eso que considero que hablar de medicina ancestral es un tema necesario y fascinante que nos llevará a comprender la lucha del ser humano contra la enfermedad en su intento por restablecer la salud y encontrar respuestas que nos conduzcan al mejoramiento de los procedimientos de la medicina actual. No les parece?

Comencemos entonces por conocer la definición de la palabra medicina:

Sin embargo, mucho antes de que existiera este término, se observa claramente la tendencia  de curar que ya se se practicaba milenios atrás. Eso podemos corroborarlo en el legado que dejaron nuestros antepasados, donde toda su actuar apuntaba a la lucha contra la enfermedad y el dolor en su afán por buscar la sanación de si mismos y de sus animales.  

Cuando vemos los procesos de muerte y enfermedad, nos damos cuenta que siempre han formado parte de los seres vivos desde el momento mismo en que aparecen en el planeta, es decir, desde tiempos prehistóricos. Al mismo tiempo se observa la necesidad imperiosa de aliviar el padecimiento y buscar la recuperación mediante diversas practicas curativas que se encuentran en todas las culturas.

Afortunadamente el conocimiento traspasaba fronteras. Este factor fue muy importante, puesto que permitió la retroalimentación de saberes que contribuyeron considerablemente a la ampliación del conocimiento y al mejoramiento de las intervenciones que poco a poco fueron evolucionando. Para mi, eso era medicina y comienza mucho antes de Hipócrates.

Debemos reconocer hoy, que en la medicina de ayer hubo una gran sabiduría que aunque carente de avances tecnológicos, contaba con una variedad de sistemas médicos basados en sus propias técnicas y sus propios diagnósticos que a muchos hoy podría sorprender. Pero encerrados en nuestro moderno sistema de salud, nos desconectamos de otros saberes que no por ser ancestrales son primitivos y tienen mucho que enseñarnos .

Así que les invito una vez más a que miremos con otros ojos las medicinas ancestrales de ayer, porque la medicina de hoy, aún tiene mucho que aprender…

En próximos post continuaremos con el tema!.

Referencias

1."Medicine" Online Etymology Dictionary.

2. Mi publicacion anterior: 
https://anuteacorp.com/articles/escuchando-nuestros-ancestros